martes, 14 de julio de 2009

El estanque de las tortugas


Entre los carteles del callejero marbellí hay uno anunciando “Museo Bonsai”. Cuando aún vivía en Marbella por la zona del museo, a menudo los turistas me preguntaron dónde ir para visitar los arbolitos. Se lo decía sin olvidarme de añadir:
“No vale la pena – hay cinco árboles sin nombre. Ni siquiera pone de qué sitios son”, acordándome de la decepción que se apoderó de nosotros el día de la visita.
Está claro que hay más de cinco árboles (es sólo una forma de hablar) pero son realmente pocos. No suficientes como para merecerse el nombre “museo” y si uno no va allí con ganas de contarles las hojas, la visita del “Museo Bonsai” no supera los 5 minutos (ya no es sólo una forma de hablar sino un hecho).
Como no tenía la intención de bajarles el ánimo a los turistas que ya estaban preparados y mentalizados para vivir las curiosidades de la naturaleza, solía recomendarles pasar un rato tranquilo al lado del estanque del museo porque aunque no hay ningún cartel diciendo “Estanque de las tortugas”, ese estanque sí que se merecería uno.
La semana pasada tuve que ir a Marbella y como me sobraba algo de tiempo, mis pies me llevaron de forma automática al estanque sabiendo que el paseo bajo el sol de mediodía no iba a ser en vano.

Aquí tenéis los nuevos amigos de las tortugas:


Parece que ha llegado la hora de rebautizar “mi” estanque en “Estanque de las tortugas y familias numerosas de patos”. Bueno, un nombre demasiado largo. Además por allí también viven los peces y todo tipo de bichos. No me extrañaría si algún día el ayuntamiento tomase la decisión de convertirlo todo en un zoo con la sala del museo bonsai ocupada por un león...

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