jueves, 30 de abril de 2009

Las nueve musas y el autobús

Ayer la madre de una amiga me preguntó:
"¿Cuándo escribes? ¿Escribes cuando vienen las nueve musas?"
Me reí y decidí escribir pronto una entrada sobre las nueve musas. En realidad, creo que es buena idea siempre estar equipado con un boli y un bloc de notas porque las ideas suelen venir volando. Tienes que cogerlas como mariposas si quieres evitar que sigan su vuelo porque si no apuntas tus pensamientos en el momento en el que se sientan en tu cabeza desaparecerán y no te buscarán de nuevo.
"La verdad es que no", le contesté. "Normalmente escribo en el autobús. Ya sabes que lo cojo a menudo y me agobiaría si perdiera el tiempo al no hacer nada."
"Comprendo", me dijo. "El autobús es una pesadilla. Pero por lo menos te ahorras los problemas en buscar aparcamiento. Entonces, ¿escribes primero a mano?"
Ojos incrédulos.
Asentí con la cabeza: "Sí, es decir, algunos apuntes o un borrador. ¿Has visto la película `En un rincón de la Toscana´?"
Me dijo que no.
"Uno de los protagonistas, un escritor, dice que no es bueno escribir directamente en ordenador. Él usa una máquina de escribir porque la máquina no le permite borrar, corregir o modificar su trabajo. Lo que hace es obligarle a pensar muy bien lo que quiere redactar - no hay marcha atrás - y eso es el secreto de conseguir unas frases más elaboradas, tal vez más bonitas."
"Pues, tiene sentido", respondió.
"Conozco a una señora alemana", continué "que escribe guiones para películas y parece tremendo pero redacta absolutamente todo a mano. Yo no, o sea, no todo pero bastante gracias al pésimo servicio de autobuses, al tiempo de espera, a la impuntualidad y al intenso tráfico en la Costa del Sol."
Por cierto, a principios del mes de abril cambiaron los horarios y debajo se puede leer ahora:
"Esta línea tiene una frecuencia de media hora, los horarios de paso por paradas intermedias son orientativos. Horarios en condiciones normales de tráfico, son válidos salvo error u omisión o por cambios debidos a exigencias del servicio."
La traducción para el usuario sería en pocas palabras:
"Nos pasamos cuando nos da la gana, así que no te quejes y ¡ajo y agua!"
Y como este mensaje da rabia a todos los usuarios lo traduzco a mi manera:
"No permitas que te pongamos de mal humor - a partir de ahora procura siempre llevar varios bolis contigo y deberías considerar la posibilidad de ir en bicicleta - a pesar de la distancia y la falta de carriles bici..."
Pero entonces tendría que poner un carrito a la bici para que las nueve musas estén cómodas.

miércoles, 29 de abril de 2009

Jueves Santo en Ronda


... y las cabezas llenas de impresiones















Estamos casi en el mes de mayo y hasta ahora no he encontrado un hueco para apuntar algunas impresiones del Jueves Santo en Ronda... Fuimos con Chu para recoger en la tienda de Pablo y Esther un retrato`cortado´en madera que había encargado. Además queríamos caminar a la ermita rupestre de Sta. Mª de la Cabeza. El trabajo de Pablo me encantó, y recomiendo a todos que quieran sorprender con un regalo fuera de serie una visita a esa tienda o por lo menos de su página web: www.arteymadera.com.es

Muy contenta me puse en camino con JuanLu, Chu, Maite, Jorge y Charco. El último pertenece al grupo de los cánidos y aunque reconozco haber sido desde muy pequeña una admiradora y gran amiga de los felinos admito sentir cierta simpatía hacia algunos perros. Charco (un perro de agua que no encontró ningún charco) se refrescó en algunas fuentes y al verle brillar los ojos me di cuenta de lo mucho que los animales nos pueden enseñar con su despreocupación si estamos dispuestos a ver: "¡Vive la alegría del viento! ¡No tengas miedo de las sombras que el sol te regala! ¡Disfrútalas! ¡Juega con ellas!", me dijo su expresión y le cogí mucho cariño.



El paseo fue realmente relajante, sobre todo porque caminamos como nos dio la gana. De cierto modo íbamos por libre.



¿Os habéis fijado que en muchas ocasiones cuando dos parejas formadas por chicos y chicas se van juntas de excursión, después de pocos pasos los chicos se van alejando y terminan hablando entre ellos y las chicas (que suelen quedarse atrás) también conversan entre ellas? Nunca me ha gustado. Sólo por encontrarme con más personas no se me quitan las ganas de charlar con JuanLu, de hacer algún comentario, de llamarle la atención sobre algo o de simplemente escucharle. Por cierto, a JuanLu tampoco le hace gracia. Es como si a la hora de caminar estuviéramos haciendo algunos pasos atrás; viviendo las costumbres de tiempos pasados. Y me pregunto: "¿Para qué?"

En fin, en Ronda no fue así. Caminé con todos un rato incluso con Charco. El sol pegaba fuerte y no nos importaba descubrir que la ermita estaba cerrada.

Después de un almuerzo muy gracioso (en la terraza de un pequeño restaurante) con Pablo, José y Ana vimos
dos pasos y olimos el aroma de la Semana Santa: incienso.

Me quedé de piedra al observar como los tronos fueron llevados por un callejón tan estrecho que daba la impresión que iban a chocar con las paredes por ambos lados...

Regresamos a casa con las caras quemadas, los pies cansados por haber caminado unos 7km y las cabezas llenas de impresiones.

martes, 28 de abril de 2009

La melena del molino cordobés



Hace poco quedamos con Ángel y Juanjo en Córdoba. Con `hace poco´me refiero al mes de marzo, un buen mes para visitar una de las ciudades andaluzas más agobiantes en los meses de verano.

Desde mi última visita ya habían pasado algunos años y Córdoba ha mejorado bastante desde entonces. Aparte de los cambios tal vez `duraderos´ como una zona recreativa (sin bancos) debajo del puente romano, lo que más me llamó la atención fue sin duda uno de los cambios efímeros que suelen dar la lata a la gente, ya que tienen una vida relativamente corta al igual que las ciudades de arena.

"¡Mirad!", grité "¡Ésta es la biblioteca de Córdoba!" Mis colegas se rieron. Lo que teníamos delante era uno de los molinos restaurados vigilando el río. Lo más llamativo fue su impresionante melena que crecía desde una de las ventanas más altas hacia el suelo. Me recordó al cuento de Rapunzel que baja su larga melena para que su salvador pueda usarla como una cuerda: "¡Rapunzel, Rapunzel lanza tu trenza de oro!"

En fin, la melena del molino cordobés no estaba hecha de pelo sino de libros - al aire libre.
Los libros brotaban como pensamientos desde una cabeza invisible detrás de la ventana.
"Lo han montado por la Cosmopoética", me explicó Ángel. "Es un evento en el que participan poetas locales con premios o publicaciones recientes."
"Es genial", le contesté. "¡Qué idea más buena y todo el trabajo que hay detrás...!"

Bajamos para verlo mejor:
Libros españoles, infantiles, novelas, revistas, partituras, todo estaba allí, creando un puente entre nosotros y la ventana del molino. Los libros en función de puente, pues es lo que realmente son, el puente donde camina el lector para llegar a un mundo nuevo que le haga sentir, reír, pensar, ver, quizá sufrir.
Pasamos un día estupendo, caluroso y muy vivo.
Me imagino que la lluvia junto con su aliado el viento ya se han cargado la melena del molino cordobés; habrán destruido este puente multicolor tan maravilloso pero no son tan potentes como para robar de nuestro libro de la vida aquella hoja de aquel día del descubrimiento de la melena del molino.
Además ¿qué más da si ya no existe?
Habrá que seguir construyendo puentes :)

miércoles, 8 de abril de 2009

¿Por qué no escribes en español?

He creado este blog escuchándo el susurro de las palabras de Martha en mi cabeza:
"Por qué no escribes en español?"
Me lo preguntó cuando estábamos hablando de las traducciones de mis libros publicados en alemán.
"Porque es diferente", le contesté.
¡Vaya respuesta! ¿Diferente? ¿En qué sentido?
Escribo casi todos los días "algo" en español, un correo, un fax, en fin, un "algo" porque trabajo con idiomas y después de tantos años en Andalucía el español ya no me causa dolor de cabeza. Es más, creo que se ha convertido en un tipo de segunda piel. Aún así, cuando mi mano coge un boli o busca su camino sobre la alfombra de teclas del ordenador porque quiere redactar un texto más largo, por ejemplo un capítulo de un nuevo manuscrito, veo claramente como por arte de magia le sale una palabra alemana tras otra.
En fin, el alemán es mi lengua "de toda la vida", así que seguramente es normal que las metáforas me salgan en alemán. Además, gracias al alemán juego con cierta ventaja a la hora de escribir ya que puedo crear palabras nuevas, compuestas, que pierden su elegancia una vez cortadas y traducidas al español.
Ya os veo fruncir el ceño. ¡¿A qué no se compara mucho el alemán con la elegancia?! Yo tampoco lo estoy haciendo, pero si traduzco por ejemplo mi palabra inventada "Wasserpuzzle" al español me sale un "puzzle acuático" lo cual no es lo mismo y la traducción sabe simplemente (aparte de diferente) bastante rara.
Aún así, he decidido intentar crear más textos en español. A fin de cuenta la práctica es todo (y no las palabras compuestas) y ¿quién sabe? Puede que algún día mi mano me sorprenda y antes de publicar un nuevo manuscrito en alemán tenga que hacer la traducción del español a mi lengua materna...
¡Vamos allá!