lunes, 4 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
Crocodile Park, Torremolinos
Y con esos pensamientos me vinieron imágenes de muchos animales a la mente, o sea, estábamos en Torremolinos, rodeados por más de 300 cocodrilos y nada más tocar la barriga de ese cocodrílo chico, los tigres, leones, elefantes deseados por sus colmillos y zorros convertidos en bufandas emergieron en mi cabeza. No, no he cambiado de opinión. La sangre fría sigue sin gustarme pero reconozco que desde la visita del parque siento cierta fascinación por los cocodrilos.
Seguramente el guía tiene que ver con todo eso. Nos reímos mucho con él. Hablaba de los tiempos prehistóricos, de los dinosaurios, de los monstruos y – con el mismo tono de voz – no olvidaba de mencionar a su suegra. En fin, fue muy gracioso e informativo a la vez. Otra cosa que saltó a la vista de forma positiva es el no cobrar por las fotos que el visitante quisiera sacarse con el cocodrilo bebé. Sinceramente no me lo esperaba y menos aún de un parque de cocodrilos, ya que tienen que hacer frente a muchos gastos de electricidad durante los meses de invierno, calentando el suelo de hormigón del invernadero para mantener calentitas esas barrigas suaves de sangre fría...
El jefe de todos ellos es Paco, el cocodrilo más grande de Europa, que ha sobrevivido a varias peleas y que le faltan 2 metros de rabo desde la última (su último rival está disecado al lado de la entrada con un siete en el pecho). Tiene una charca privada y tres damas a su disposición: Margarita, Juanita y Lolita. Cuando las damas ponen huevos debido a la actividad de Paco, éstos son llevados a la Facultad de Biología de la Uni de Málaga, para investigación, pues el parque ya no puede acoger a todos los cocodrilos que nacen. Además, estos saurios son muy longevos, Margarita tiene 120 años y vino de un zoo de Polonia que cerró sus puertas. En pocas palabras, JuanLu y yo nos llevamos una muy buena impresión.